Agua, origen del relato

Agua es uno de los relatos más breves del libro y, seguramente, el que más se escapa de la temática del resto. Sin embargo, para mí era un ejemplo de cuento que nació de manera fluida y clara como el propio torrente de agua y, por eso, me gustó poder incluirlo.

El relato nos invita a reflexionar entorno a nuestras capacidades y opciones. Si una simple gota de agua puede hacer todo ese recorrido, nosotros que somos 60% agua, ¿qué límites tenemos? ¡Muchas veces los que nosotros mismos nos ponemos!



En realidad, como el relato Los colores olvidados, este cuento se escribió al margen del resto del libro. Si Los colores olvidados surgió una tarde de domingo inspirada en que tuve el placer de que las musas me visitaran, Agua nació como regalo. Regalo para alguien especial y a quién quería transmitirle ese mensaje: a Gianella Legnani, mi profesora de taichí. Aunque en el libro no lo indique, este cuento nació por y para ella, aunque ahora ya sea de y para todos.

Y es que en muchas ocasiones nuestras clases de taichí se convierten en sesiones de charlas y de temas variados: entre ellos, un día surgió la teoría del agua de Masaru Emoto. Según su teoría, los mensajes positivos o negativos que enviemos al agua influyen en ésta. Así pues el pensamiento actua de manera similar con el agua de nuestro cuerpo. Por ello, el relato es una invitación a ejercer nuestro pensamiento positivo, a llevarlo lo más lejos posible, a abrirlo a múltiples posibilidades, pues tal vez así nuestra energía le acompañe y hagamos de nuestros sentires y pensamientos, auténticas realidades.

Dejarse fluir, dejarse llevar.

Recuérdalo. Somos agua. Venimos y nos vamos con ella. El resto del camino, tú eliges como recorrerlo.

La magia de "Los colores olvidados" o la ley de la atracción

En el prólogo del libro, Efrén, nuestro loco emprendedor de ideas frescológicas, motivaba a cada uno de los lectores del libro a que experimentase la ley de la atracción del pensamiento, aquella por la cual tus pensamientos se convierten en realidades, atrayendo aquello que deseas.

Sabemos que este mensaje llegó a muchas personas, pero hoy hemos tenido un ejemplo palpable.

Nuestra ilustradora Desiree, nos ha hecho llegar una curiosa historia que ha enviado Ricardo, lector de "Los colores olvidados". Nos ha parecido una anécdota tan genial y sorprendente que queríamos compartirla con vosotros. ¡Muchas gracias Ricardo!

Un ejemplo más de que algunos deseos se cumplen…




Os dejo con su historia:

"Me leí el libro en el avión y está requetebueno así que mil gracias... De hecho creo que hasta es un poco mágico, cáchate lo que paso.... Antes de partir a Barcelona mi hermana chica, que es fanática del jugador del Barça David Villa, me pidió que se lo trajera en una maleta.

Como no pude cumplir con el deseo le traje de regalo un "Colores Olvidados" que es un tremendo regalo para una soñadora como mi hermana... mientras hacía fila para embarcar, le comentaba a una colega que mi hermana me había pedido de regalo a Villa y que no había podido cumplir con el regalo y le mostré el libro....

En eso, como por arte de magia apareció David Villa en el aeropuerto, aunque no me creas, logré que me autografiara el libro para mi hermana.

Creo que el libro transmite tanta buena onda y su mensaje es tan inapelable que materializó a este crac.

Seguiré pidiendole deseos a ver si me resultan".



Feliz Halloween

¡A pasarlo de miedo!


Homenajes (I). Carles Marsal.

Varios ilustradores y amigos participarán en este juego. Con total libertad creativa realizarán su versión de Carmesina y el mundo de "Los Colores Olvidados", simplemente por pura diversión y disfrute de los lectores. Aquí os dejo la primera ilustración, obra de Carles Marsal, una Carmesina más adulta que, con su bloc de dibujo bajo el brazo, recorre el mundo devolviendo los colores olvidados.



Carles Marsal es un artista visual que trabaja en Barcelona. Sus proyectos se desarrollan en los campos del diseño gráfico, el retoque y la ilustración. En cada uno de sus trabajos busca reinventarse, explorar nuevas formas de expresión manteniendo siempre ese punto de transgresión que marca la diferencia. Si queréis conocer un poquito más su obra, os recomiendo que os deis una vuelta por su web

Gato Negro toma la palabra

Hoy vamos a hacer una entrada un tanto especial. Por un día no vamos a dar tanto protagonismo al libro y si a este Gato negro que os habla y que pretende traeros buena suerte.

Os he de explicar que ronroneo de gusto porque alguien me ha hecho partícipe de algo muy propio de los blogs: un MEME. Cuando recibí la invitación de Fani, una lectora del libro, se me dilataron las pupilas y sentí una emoción incontrolable y un ronroneo constante. Me dije a mi mismo: Haz un alto en el camino, Gatito, deja por un rato tu lucha contra las supersticiones y vuelve a poner en marcha este blog.

Y, evidentemente, Salero apoyó la moción.

Así que sin más dilación antes de que la pereza me domine como a un buen gato, este vuestro servidor de la buena suerte se dispone a contestarlo:

Lo mejor del blog:

Será porque soy el Gato Negro de la Buena Suerte que la mayoría de experiencias, por no decir todas con el blog han sido estupendas. Pero voy a rascar un poco más en la superficie y a numerar con mis uñas afiladas algunas experiencias:

-Ilusión tremenda: el primer mensaje que nos dejaron, que fue de una de nuestras mayores fans y también blogger y escritora: Cinderella. Nos escribió unas palabras preciosas –como es ella- y fue el principio de una gran amistad bloggeril… Miauuu.

-En general, recibir elogios, ánimos y preguntas por parte de lectores. Ahí, ahí, sí que ronroneo de gusto.

- Escribir cada una de las entradas e ir mostrando anécdotas, detalles u orígenes de los relatos. Es muy divertido iros contando todas esas cosas que yo sé de primera mano y que a veces los autores del libro no se atreven a mostrar. Pero para eso soy gato y curioso y yo meto la nariz -y si hace falta también la zarpa- donde haga falta para averiguar el porqué de todo. Y con más razón de un libro donde yo soy protagonista.

Lo peor del blog (?):

La verdad es que ninguna mala experiencia me ha acontecido, pero ahora que hecho la vista atrás, me arrepiento de:

-No haber contestado antes a algunos mensajes que dejábais. Mil disculpas de este minino, pero es que la tecnología no es lo mío y no tenía activado el aviso de nuevos mensaje.

-No vencer la pereza más a menudo y mantener más actualizado el blog.

-No haber abandonado más a menudo el mundo de la imaginación y de los cuentos y mostrar en este blog todos los actos, presentaciones y cosas que van surgiendo en el mudo real entorno al libro. Me da un poco de envidia el facebook que se han montado los autores del libro. ¡Ellos sí que saben! Vamos si saben que me han creado a mí.

Muchas gracias Fani por darme la oportunidad de participar y por dar voz a este Gato Negro de la Buena Suerte. ¡Carmesina os manda recuerdos de colores!

Y ahora se supone que tengo que pasar el meme a otros blogs… Bueno, como aún no estoy muy puesto en el mundo bloggeril, porque ya sabéis que mi misión es ir por el mundo deshaciendo supersticiones, ahí envío el meme para quién quiera contestarlo.


Cinderella de Bienve's Welt
Gato Play de Historias de un gato
Aleix de Empremtes
Natalia de Arte literario

¡Miauuu!

Carmesina... con una mirada diferente

No hace mucho, los autores de "Los Colores Olvidados" estuvieron firmando ejemplares en Barcelona. Y allí, Carla, que con 8 años es una de nuestras lectoras más jóvenes, viendo como David, uno de los ilustradores del libro, dibujaba Carmesinas en cada dedicatoria, se sentó a su lado y decidió que David también se merecía tener su propia dedicatoria. Así que dibujó su propia versión de Carmesina y se la regaló.

David no pudo resistirse y decidió colorear el fantástico regalo de Carla y éste fue el resultado. ¡Gracias Carla, eres toda una artista!!



The bluesman

Riley es uno de esos relatos que gusta de manera especial a los que les apasiona la música. Supongo que la relación de cariño y amistad entre el niño y la guitarra surte ese efecto.

Este Gato negro que os habla sabe a ciencia cierta que a la autora le gustó especialmente escribir este relato porque supuso hacer un viaje hacia otro tiempo y otro lugar y eso siempre es un reto: investigar un poco la época, leer sobre la sociedad de aquel momento, crear algún que otro personaje outsider, buscar el mayor verismo posible dentro de la ficción, etc.



La imagen que inspiró este relato sobre la amistad es un diseño de una camiseta que no llegó a ver la luz. La imagen de un hombre ya entrado en años tocando su guitarra. Aquella imagen tan evocadora tenía que tener su propia historia, así que ¿por qué no contar la historia de ese hombre desde el principio? ¿Por qué no humanizar a un objeto inerte como una guitarra? Es más, ¿por qué no inventarnos una historia sobre un personaje real?



Y así nació esta historia de amistad, al estilo de las road-movies, inspirándonos en B.B. King y su guitarra Lucille. Eso sí, aquí hago un inciso, la historia que relata este cuento sobre el niño Riley es totalmente inventada. Puede que la realidad no fuera tan distinta, pero lo único seguro de este relato es la existencia de Lucille -y sus sucesoras- y el cariño que B.B. King siempre ha demostrado por su adorada compañera. Lo demás, todo ha sido producto de la imaginación.

Todo esto para recordarnos la capacidad de superación del ser humano, a pesar de determinadas situaciones, y sobre todo, el valor de la amistad entendida como algo que suma, que complementa, que apoya en los buenos y malos momentos y que nunca, nunca limita o es egoista.



Por cierto, aquí tenéis la reinterpretación que hizo Carmesina de la portada del álbum de B.B. King “Take it Home”, que aparece en el Diario de apuntes de Carmesina. En realidad, obra y gracia de nuestro ilustrador David Garcia.

Esta entrada se la dedicamos, Gato negro y el equipo del libro, de manera especial a Víctor Gracia, por ser uno de sus cuentos favoritos.

El equilibrio de los amores locos

Lo he de reconocer, sigo tierno y enamoradizo. Debe ser la primavera y, por eso, últimamente hablo sobre cuentos que hablan de amor en sus múltiples formas.

Amour Fou es una historia romántica entre dos personajes tildados de locos y bohemios: Mila, una funambulista –aunque el RAE no acepte funambulista y, por eso, en el relato aparece equilibrista, para mí siempre será la funambulista- y Darío, ese buscador infatigable.


Pero Amour Fou es más que una historia de amor, es una historia de búsqueda para alcanzar aquello que uno desea, como ya mostraba la camiseta Equilibrio. En algunas ocasiones, esa búsqueda representa una cuerda floja donde es difícil conseguir el equilibrio entre lo que nos dicta el corazón y lo que nos hace pensar la razón. Y eso es lo que han querido mostrar en esta historia, la búsqueda que todos tenemos en un momento u otro de la vida.

Así que como vosotros gustéis: os podéis quedar con la historia de amor loco en la nocturna París o, bien, podéis subiros a la cuerda floja con Darío y Mila para descubrir como andáis de equilibrio vital.


Para finalizar la entrada, sin ser melosos, démosle una nota dulce –aunque a mí como felino el dulce no me guste especialmente. En el diario de Carmesina aparece una receta de un Gâteau au chocolat (pastel de chocolate). Si alguien ha pensado en hacerlo, no lo dudéis, es realmente fácil de cocinar y riquísimo de comer. Por cierto, una receta familiar de Loli y Dori, tía y prima respectivamente de la autora, directamente procedente de París.

Gato negro promete más raciones de amor...

Más amor, más humor

Aquí el Gato negro de la Buena Suerte regresa por estos lares del ciberespacio porque teníamos muy abandonado este blog. Hoy le toca el turno a otro de los relatos: Hazme el humor. Ese juego de palabras, ese guiño visual que tanto ha gustado.



Este relato también se inspira en una camiseta de la colección Play Attitude y la primera vez que tuvimos que explicar una historia sobre esta camiseta fue en la etiqueta-punto de libro que acompaña cada prenda. Aquí os dejo el primer relato, origen del cuento que aparece en Los colores olvidados. Como veréis cuenta el inicio de la historia entre Ella y Él. Espero que los disfrutéis, pero sobre todo que compartáis el mensaje de la camiseta y el relato: más humor, más amor.




"Cada día desde su silencio de mimo le observaba caminando por delante de ella. Nada más verlo, las ganas le alteraban y aumentaban. El problema es que ella era mimo y él el chico más guapo. Ella se preguntaba cómo se fijaría en aquella chica escondida tras la máscara blanca. Lo que ella no intuía es que aquel muchacho también ardía por sentirse vivo. Y así pasaban los días, ella deseando y él ignorando. Pero algo debía cambiar. Así que aquella mañana en que él se detuvo a mirarla, la mimo decidió seguir sus impulsos, abandonar la tristeza y ofrecerle su sonrisa más pícara. Sólo fue suficiente aquel gesto para que el chico despertara y empezara a sentirse vivo. Entre risas, ella liberó sus sueños y él sintió arder sus deseos. Y es que la mayoría de las veces, hacer el humor es la solución para derrocar al pudor y, de paso, practicar el amor."


Divertimento


Una entrada diferente. Esta ilustración no aparece en el libro. Es por pura diversión.

Que tiemble Uma, Carmesina es capaz de convertir el cine negro en cine multicolor!!

Chew Wang Vol.2

El relato de Chew Wang fue una excelente oportunidad para disfrutar incluyendo algunas referencias del cine y la cultura oriental. La verdad es que muchas ideas preliminares se quedaron en el tintero, la gracia de incluir homenajes es que pasen inadvertidos y no desvirtúen la ilustración original.

La primera es la espada del guerrero Chew Wang. Los más observadores se habrán fijado que es idéntica a la katana de la Novia (Uma Thurman) creada por Hattori Hanzō (Sonny Chiba) en la película Kill Bill de Quentin Tarantino.

Otra referencia es el aspecto del viejo maestro de Chew Wang, que está inspirado en el sacerdote taoista guerrero Pai Mei, que aparecía en la película HUNG HSI-KUAN (Executioners from Shaolin) de 1976 interpretado por el actor experto en artes marciales Gordon Liu. Personaje que también aparecía en la película de Tarantino Kill Bill (así pues el maestro del cuento es un homenaje de un homenaje…) Eso sí, solo está inspirado en su aspecto físico, nuestra versión es mucho más amable, sobre todo en el carácter.

De la crisis nació Chew Wang

El cuento de Chew Wang, la leyendo del guerrero que sintió miedo tiene un largo recorrido. El origen está en un ideograma chino, que sirvió para inspirar una de las camisetas de la colección y fue uno de los primeros puntos de libro-cuento que se hicieron. Ese primer punto de libro-cuento ya hablaba de un guerrero que sintió miedo, pero el relato era breve, brevísimo, apenas ocupaba 8 líneas.


Pero estaba claro que allí había la simiente para un relato más largo y que éste debía formar parte de Los colores olvidados porque hablaba de algo muy real, muy universal como es el miedo. Y porque además nos daba juego para mostrar otro espacio, otro tiempo visualmente muy atractivo para los ilustradores.

Narrativamente, en este cuento se ha buscado un estilo minimalista en el lenguaje, sin grandes florituras, de frases cortas, tomando como referencia los haikus y parte de la literatura china o japonesa tradicional de lenguaje y significados sencillos –que no simples. Y esto lo podemos apreciar en todo el relato, pero claramente en las palabras del anciano o en la sentencia zen con la que finaliza el cuento.




Lo interesante del relato es que nos muestra un país de Oriente, sin especificar, pero que nuestra imaginación puede asociar a China, Japón, etc. Aparece el famoso dragón Shenlong que algunos niños y no tan niños conoceréis como el dragón de la famosa serie de manga Dragon Ball. Juro y perjuro que ha sido pura casualidad porque yo no era seguidora de la serie. El caso es que, según la mitología china y japonesa, era un dragón encargado de controlar la lluvia y el viento… Bueno, quién haya leído el cuento ya lo sabrá.


El nombre de Chew Wang también tiene un significado muy especial. No está escogido al azar, pues tal vez hubiéramos elegido uno que tuviera más ritmo y no sonara tanto a gominola o chicle. Pero buscando un nombre para nuestro guerrero me topé con varias siglas y creí que Chew (significa fuerte como una montaña) es ideal para la imagen mental que tenía de nuestro guerrero y, al mismo tiempo, quería que a pesar de sus circunstancias nunca le abandonara la esperanza, por eso, su segunda sigla es Wang (deseoso de esperanza).

También hay algún guiño cinéfilo a la película de Kim Ki-Duk titulada Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera (2003), film que precisamente habla del aprendizaje a través de las diferentes etapas de la vida y de los cambios que estas conllevan, como le sucede a nuestro protagonista que vive su propio desarrollo para ser un gran maestro.

Y aquí lo dejo… Seguramente, David, el ilustrador del relato os querrá seguir contando anécdotas de este cuento…

No creo en la Mala Suerte


Ha llegado mi momento. La entrada en que hablo de mi cuento, en el que soy protagonista, Debéis entenderme, también tengo que explicaros como surgió el cuento de No creo en la mala suerte.

Como muchos otros de los relatos, hace referencia a una camiseta de la colección Play Attitude 2009/10 que recibe el mismo nombre. Y ésta, al mismo tiempo, se inspira en un ser muy especial para los que forman el equipo que ha hecho posible este libro: el gato Play.

Este gato, que han influido en la camiseta y en el relato, es real, existe y es negro como la noche y bueno como un trozo de pan —pan con chocolate, que es aún mejor—, pero sobre todo, es nuestro gato de la buena suerte. Lleva en la agencia tanto como sus creadores y nos acompaña en las largas jornadas cotidianas.

El cuento No creo en la mala suerte parte de este gato, pero bebe de otras fuentes. Y es que los gatos siempre han sido seres muy literarios. Tanto es así que en nuestro cuento, se nombra a un escritor malévolo que realmente existió. Nosotros no sabemos si fue malévolo o no –eso es cosa de la ficción–, lo que sí es seguro es que fue un gran escritor: Edgar Allan Poe (Boston, Estados Unidos, 1809 – Baltimore, Estados Unidos, 1849). Escribió diversos relatos cortos y novelas de estilo gótico y de terror, revolucionando el género y creando un estilo propio. Entre sus muchos relatos, destaca El gato negro (1843). En este cuento oscuro, el gato negro llamado Plutón sufría el infortunio de un protagonista que perdía la cordura. Afortunadamente, yo, el Gato Negro, tomo las riendas de mi propia vida y no me dejo amedrentar por ningún humano.




Por cierto, algún avispado lector me ha comentado que esta historia le ha recordado en algo a la mítica película El Mago de Oz y, para que os voy a engañar, sé a ciencia cierta que la escritora y la ilustradora pensaron en esa película para mostrar el encuentro de estos cuatros personajes (Gato Negro, Salero, Escalera y Espejo), cada uno con sus virtudes y sus miedos en busca de un porvenir mejor. Incluso, ¿quién no ha visto en la Mala Suerte a la Bruja Mala del Este? Aunque luego se nos revele que esta Mala Suerte, en realidad, no es tan mala como la pintan.

También hay quién ha preguntado porque simplemente me llamo Gato Negro y no tengo un nombre (podría haber sido el gato Play). Pero, aquí ninguno de los personajes tiene el nombre personalizado porque la autora quería que cuando viéramos cada uno de estos seres u objetos recordáramos el cuento. Generalizar para recordar. Esa ha sido la intención, o al menos, es lo que ella me ha contado.


Para finalizar, el último detalle del cuento: la ilustradora, Marta, nos ha brindado un dibujo de un Zhaocai mao o Maneki neko, llamados así en China y Japón, respectivamente. Estas figuras se colocan en los comercios y negocios para atraer a la buena suerte y la fortuna. Para que luego digan de los gatos… Y yo creo que tanto yo, el Gato Negro, como el gato Play, como este Zhaocai mao, hemos traído la buena suerte al libro.