Más corazón, más unión

Eran tiempos grises, una mala época de esas que no parecen tener fin. Los países iban a la deriva y el ambiente de hastío era común entre los mortales, dominados por los entes poderosos que controlaban el todo.


Ese es el inicio de Imaginando nuevos mundos y una situación no muy alejada de estos tiempos que vivimos. En este relato quería enlazar la historia con el primer cuento, darle una sensación de continuidad y una motivación para volver a leer las historias que se han ido desarrollando.

¿Y si además uníamos a todos los personajes bajo un mismo techo? De esta manera, el mundo de los cuentos y la imaginación era la excusa perfecta. Crearles un lugar donde pudieran habitar todos ellos. Un mundo donde la fantasía –ese homenaje a la Fantasía de Michael Ende- y los sueños tuvieran cabida. Porque las referencias a Ende son continuas, es fuente de inspiración y homenaje y, además, seguirá presente en la segunda parte de los colores olvidados. Pero de Ende y de la segunda parte ya hablaremos otro día…


Por otra parte, también quedaba el diseño de otra camiseta de Play Attitude que aplicar: Infinitas religiones. Y ahí estaba la clave, el motivo de que surgieran todos los personajes porque cada uno representa una manera de pensar, una manera de entender y sentir el mundo. Y en ese mundo de los cuentos, todas esas maneras de sentir tienen cabida, porque en la unión, el entendimiento y el respeto reside la fuerza.

Tal vez, en los tiempos que corren con más unión y corazón conseguiríamos crear un nuevo mundo. Aunque, tal vez, ya estemos iniciando ese proceso. Tal vez, de alguna manera, ya estemos Imaginando nuevos mundos… ¿Qué creéis?